Mario Ricardo García Matamoros nace el 19 de junio de 1969 en el seno de una familia de músicos. Mi abuelo paterno, Mario García Hernández, fue miembro fundador de la Orquesta Sinfónica de Venezuela y mi padre, Mario Raúl García Farrera, fue pianista y arreglista para Jesús Sevillano y el cuarteto “Rafael Suárez”. Es por ello que la pasión por la música y el arte corre por mis venas desde la infancia.
Siendo muy niño, estudié Teoría y Solfeo en la Escuela Nacional de Música Juan Manuel Olivares y en el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta, estudios que no pude concluir pues viajé a Baltimore (Estados Unidos) donde me radiqué por poco más de un año y al regresar a Venezuela me residencié en Cagua, estado Aragua, donde viví toda la adolescencia. Estando en esa ciudad, el interés por la música se mantenía vivo, pero empezó a desarrollarse de otra forma: La radio y la tecnología comenzaron a llamar mi atención. Es por ello que desde los 13 años de edad, al mejor estilo de “DJ amateur aficionado”, empecé a realizar mezclas con discos de acetato y cassettes en un momento en el que la música tuvo gran impacto en los jóvenes. Era el inicio de la década de los 80 y convertí ese talento en mi primera fuente de ingresos (vendiendo cassettes con música mezclada).
Poco a poco fui perfeccionando las técnicas y tuve mi primera miniteca (realmente “mini”) a los 15 años. Contaba solo con dos tornamesa semiprofesionales, un mezclador, un ecualizador, una planta amplificadora de sonido y dos altavoces Pioneer de 200 vatios y un mueble diseñado por mí. Estos inicios me llevaron a convertirme en DJ de otras minitecas del estado Aragua donde llegué a escuchar el apodo de otro reconocido DJ: Edgar “Caratula” Pacheco (a quien nunca conocí personalmente). En una entrevista que le realizaron a ese personaje para una revista, este hizo referencia a que era “operador certificado”, lo que despertó en la mente de Mario García gran interés.
No había pasado mucho tiempo, cuando mi mamá escucho en una publicidad de Radio Satélite “La Estación De Las Dos Capitales” (1430 AM), que en Maracay dictarían cursos para Operador de Audio con posibilidades de certificación por el ministerio de Transporte y Comunicaciones. Mi madre, conociendo las aptitudes de su hijo, me inscribió en lo que sería mi primera carrera profesional. El certificado de Operador de Estaciones de Telecomunicaciones se obtenía con tan solo tener tercer año de bachillerato aprobado y aprobé el examen el 7 de junio del año 1.988 para obtener el certificado número 4.890. Las primeras prácticas fueron realizadas en Radio Satélite. Sin embargo, a los pocos meses y retando muchas adversidades, por sugerencia de mi padre, viajo a Caracas para entregar currículo -sin experiencia en radio- ya que “una prima de unos primos” (Chevela Bellorín) era administradora del Circuito Unión Radio y, posiblemente, podría ayudar en algo… Lo que, de hecho, fue así.
Un operador sin mayores conocimientos radiofónicos y desconocido en la capital entraba en las grandes ligas de la radio en Venezuela. El rostro de los operadores de cierta trayectoria en el medio no era de mucho agrado (preferiré no nombrarlos aunque bien los recuerdo), situación de egoísmo profesional que generó inconvenientes. No había cumplido el año como operador avance cuando a un locutor de la estación se le extravió una chequera y, casualmente, los cheques fueron emitidos en una estación de servicio en Cagua un día en el que yo estaba de guardia. William Guzmán (el locutor afectado) solicitó que se investigara y de forma injusta (según ellos “preventiva”) se prescindió de mis servicios como operador.
Por suerte, mi padre era abogado de Guzmán y, tras una investigación posterior se determinó que era imposible que estuviera involucrado, por lo que William, claramente avergonzado, me puso en contacto con el locutor y productor Luis Oberto quien de forma casi inmediata me llevó a laborar en FM Súper Uno 102.3 FM, donde laboré por algunos años hasta la llegada de Charles Arapé a la Gerencia de Producción. En esa estación recuerdo gratamente a otros operadores como Víctor Neda, Luis Guillermo Guerrero, Joe Rojas y Grégory Armitano entre otros, y haber laborado con locutores de trayectoria como Walter Roca y Alberto Aguilar, ambos lamentablemente fallecidos… Por cierto, hasta el presente William Guzmán es gran amigo.
En el año 1.991 salgo de 102.3 FM y paso a formar parte de RQ 910, bajo la Dirección General de Oberto, donde recibo el apodo en 1993 durante una transmisión conjunta en la que hubo que coordinar las salidas al aire de la transmisión de carreras de caballos desde el Hipódromo la Rinconada, la Copa de Fútbol Sala de los Lobos de Vargas desde San Cristóbal y la Copa Libertadores de América desde Ecuador donde Daniel Chapela y Edgardo Broner me llamaron “El Mago”, y luego el resto de los narradores y comentaristas lo expresaron de la misma forma.
Desde 1.991 compartí responsabilidades también en Radio Metropolitana 1550 AM de Los Teques donde me desempeñé dentro del estudio de grabaciones junto a grandes profesionales de la radiodifusión. En esta estación me reencuentro con Alberto Aguilar y conozco a los hermanos Quintana, Iván, Edgar y César (Nené), de quienes aprendí mucho más del arte de hacer buena radio. En 1.994 tuve la dicha de inaugurar la primera FM de los Altos Mirandinos, TOP 105.9 colocando la primera canción que sonó al aire (Lionel Richie – All Night Long), señal que posteriormente por razones técnicas muda su dial a 97.1 FM y luego unificó su nombre a “Metropolitana” como su señal hermana.
En estas estaciones trabajé con excelentes locutores profesionales como Arturo Gutiérrez, Arnaldo Enrique Bello, Guillermo Torres León, Bárbara Bredy Oliveros, Irma Gómez (quien un día me llamó “el mago” inconsciente de que así me apodaban), Marcos Salas, Rommel Díaz, Javier Jaimes y tuve el honor de conocer al maestro Ramón Guárate de amplia trayectoria en radio y televisión. Entre los operadores con quienes compartí responsabilidades estaban: Jofre Ávila, Salomón Aponte, Juan “El Tuco” Velásquez, José Curbelo, Daniel Camejo, Carlos Torres, Jonathan Alzuro, Ana Acosta, Yamilka Salgado y otros que se desempeñaron frente a la consola.
En esta emisora me preparé para ser locutor y obtuve el certificado número 35.654. Estuve también como profesional del micrófono al frente de varios programas, algunos de ellos íconos de la zona altomirandina. En Radio Metropolitana estuve por casi 18 años ininterrumpidos hasta el cese de concesión por parte de CONATEL el 1 de agosto de 2009.
He conocido a muchas personas en el medio radio (algunas buenas y otras no tanto) y seguramente a muchas no les nombro acá, pero no por ello dejan de ser importantes en mi carrera profesional porque de una forma u otra han dejado algún aprendizaje.
Inicio mis estudios profesionales en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 2.008 mientras continuaba prestando servicios en el área de grabaciones en Soberana 92.5, luego en La Cima 96.7. Posteriormente, tras recibir la Licenciatura en Comunicación Social, asumí la Coordinación General y la Gerencia de Producción de RV 102.1 FM (Enlace RV) por cuatro años y en la actualidad me desempeño en la Producción General de Latina 98.7 FM de Los Teques y conduzco el programa “Súper Mario Show” de lunes a viernes entre 8 y 10 de la mañana.
Lamentablemente, aunque el trabajo como operador es pilar fundamental para una buena emisora de radio, el empleo es muy mal remunerado. Además, por ser un trabajo técnico de responsabilidad, no debería exceder las 6 horas continuas al día, situación que por un factor de situación país no se cumple.
Podrá pasar el tiempo pero, luego de casi treinta años en radio, Mario García jamás olvida su primer “bache” ni la primera vez que un tip se montó sobre el “intro” de la canción, situaciones que evité volver a cometer… Así como NO DEJAR PEGADO a otro compañero. Aprendí que ese es el deber ser de todo buen operador.
Me gustan los avances tecnológicos y aprendí a utilizar infinidad de softwares como Digilink, Dinesat, Sound Forge, Adobe Audition, Zara Radio y muchos otros, pero extraño la radio hecha artesanalmente de forma analógica, conociendo la edición con cinta magnetofónica en reel, grabación y reproducción en cajetines, LPs, CDs… Indiscutiblemente, era otra forma de hacer radio muy diferente a la actual.
10 de diciembre de 2018